Nuestro estilo a la hora de afrontar trabajos como estos, se basa en la naturalidad. Procuramos en todo momento hacer que las fotos no sean "posados clásicos" en donde los protagonistas dejan de ser ellos y se convierten en maniquís del fotografo.
Intentamos captar el ambiente real del lugar , aquellos momentos que más pueden describir lo que estamos viendo.
No dirigimos, no alteramos, no cambiamos nada de este día, ..nos adaptamos para poder conseguir las mejores fotos. Cada boda es distinta, y por ello, el resultado de cada una de ellas tiene que ser diferente pero con la misma calidad en todas.
Esta forma de trabajo implica la necesidad de más experiencia, de más tomas, de más horas de selección y post-procesado,...para que finalmente el resultado sea más real, más calidad fotográfica.
Para nuestros clientes son todo beneficios, puesto que pueden estar mucho más relajados y disfrutar en lo posible de su enlace, que es lo importante.